Tratando de seguir una línea, siempre dejando que alguien interceda antes por mi, sin embargo, al momento de acabar con todo, déjenme el golpe de gracia.
A veces es complicado intentar seguir un camino sin lastimar a nadie, y sin salir demasiado lastimado uno mismo. Para situaciones así debí haber aprendido hace mucho la cómoda manera de hacer caso omiso, defendiendo mi posición y la de mis aliados desde el fondo.
Hay personas que definitivamente están para atacarte, y que harán lo posible para poner a quien sea en contra tuya, pero algunas no tienen siempre esa intención y si solo golpeara sin mirar a quien, a veces puedo morir en ese estúpido intento de buscar al malhechor ciegamente.
Quedarme en base, retroceder; pero al mismo tiempo inspeccionar, atacar levemente y solo cuando es necesario.- Nadie sale de esta vida sin ser golpeado, así como también nadie sale sin golpear. Pero es necesario cuidarse, tanto una palabra más como una menos podrían hacer la gran diferencia, y hay que mirar bien a quién disparar: no confiar en la suerte, evitar los errores, programar las victorias.
Cuida lo mejor posible a tus aliados, pero no descuides a los enemigos, nunca sabrás quién podrá estar detrás tuyo.
Si te sientes mal olvida, olvídate de todo, date un tiempo para el relax, pero quédate en base, y no te demores mucho porque ese retraso podría cobrarse a tu mejor aliado.
Piensa tus movimientos, decídete rápido, cuida tus espaldas:
Ve adelante, corre. Te daré una ventaja de cinco minutos.
