♥: -Nada *mueve la cabeza*
♥: -Te sientes mal?
♥: -No lo se...
♥: *sonríe y le acaricia la cabeza*
Ya no se pudo contener, y en cuanto ocultó la cabeza entre los brazos de él, corrieron por su rostro unas cuantas lágrimas. Sin embargo, no emitió sonido alguno.
Él solo la acariciaba, tal vez en el fondo sabía que era lo que estaba pasando.
♥: -Dejame ver tu rostro.
♥: *negó con la cabeza*
Estuvieron un rato más así, hasta que ella sintió que ya podía mirarlo sin que se diera cuenta de sus lágrimas. Todo en vano, ya que era más que evidente la situación.
Un par de risas dejaron escapar ambos al final, pero en los segundos anteriores, ella no sabía bien lo que sentía.
Había vivido lo suficiente a su lado como para que nada la lastimara, pero aún así sentía temor de perderlo.
El corazón no puede pensar, por lo tanto, el corazón te hace dar cuenta de las cosas de una manera distinta... No sabe hablar, solo sabe expresarse mediante los estados de animo.
Ese día ella estaba rara, pero no se sentía mal. Había pasado un día hermoso pero tenía ganas de llorar...
A lo mejor al analizarlo un poco, se pudo dar cuenta de que en ciertas ocasiones, el temor de perderlo la consume tanto como para mostrarle sus lágrimas por primera vez.
Sin embargo, además de sentirse débil al dejar ver su lado sensible a la persona que más amaba, además de sentirse estúpida tan solo al pensar de no haberlo hecho antes; el llorar entre sus brazos la hizo sentir bien.
Y si tiene que volver a llorar, desea que él esté a su lado...
Que bueno que esta maldita perra
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